El sabor de unas medialunas recién horneadas de Mar del Plata es superior al de cualquier parte del mundo. El principal secreto es que están elaboradas con materia prima de primera calidad, lo cual colabora con la excelencia del producto. Si a eso le sumamos el talento de los pasteleros marplatenses y la gran calidad del agua de la ciudad, la fórmula es perfecta.
El alfajor marplatense o los churros se postulan como excelentes alternativas para disfrutar en la playa, en un parque, en la costa o mientras se camina por la ciudad. Los alfajores no reducen sus opciones a los gustos tradicionales y ofrecen variados sabores que van desde fruta y nuez hasta coberturas de chocolate blanco, negro, amargo y sin TACC. Por el lado de los churros, pueden ser rellenos con dulce de leche, con pastelera, simples o bañados en chocolate.
El helado artesanal se ha transformado en otro clásico de la ciudad, como legado de la impronta italiana en la gastronomía marplatense.