En Mar del Plata el surf dejó de ser un deporte para convertirse en un estilo de vida y un atractivo turístico. Además de los surfistas locales, la ciudad estalla de amateurs y profesionales que esperan el periodo vacacional o de fin de semana largo para practicar el deporte. La posibilidad de arrancar el día en el mar o de ver un atardecer arriba de la tabla pasó a ser una experiencia única dentro de la costa argentina.